miércoles, 17 de junio de 2009

El Síndrome “American Idol”



Con tan sólo leer el título de este artículo muchos pensarán "Ah, sí, va a escribir sobre la fama del programa y la influencia que ha tenido en esta época". Pues no, deseo presentarles mi punto de vista respecto a una situación interesante que ocurre en American Idol y que se presenta también entre personas comunes y corrientes.

American Idol es uno de los programas más populares en los Estados Unidos en el cual se busca cada año el mejor cantante de entre los concursantes que se presentan a audición. Nunca fui un seguidor asiduo de este programa hasta que en la temporada del 2007 Amy me introdujo en el mundo de American Idol. Desde entonces, la fase de audiciones es una de mis partes favoritas, pues tengo sentimientos encontrados entre la compasión y la risa al ver la participación de los que cantan muy mal y me quito el sombrero ante los que realmente lo hacen bien.

La variedad de participantes que se presenta a las audiciones es muy grande. Me da la impresión que hay muchos que acuden con la idea de ganar sus 5 minutos de fama, y muchos lo logran. Otros van con la verdadera intención de cantar y tienen el talento para hacerlo. Pero esperen, ahora mismo se me acaba de ocurrir un sistema de clasificación para los concursantes de American Idol:


  • Sí-Sí: Son los concursantes que tienen talento, el jurado los reconoce y logran un puesto importante entre los concursantes. En esta categoría está, por supuesto, nuestro respetado amigo David Archuleta.

  • Sí-No: Son el tipo de concursantes que sí tienen talento, pero no se lo creen, no lo expresan, no lo aprovechan, y como resultado fracasan. También es posible que el concursante tenga talento vocal, pero no logra convencer al público. En esta categoría, según mi opinión, se encuentra Tatiana del Toro.

  • No-No: Son los que no tienen talento, ellos mismos saben que no tienen talento y no logran obtener ninguna posición importante entre los concursantes.

  • No-Sí: Son los participantes que no tienen talento, pero que logran cierta participación debido a talentos no precisamente vocales. En esta categoría se encuentra, según mi esposa Amy, el concursante Sanjaya (nunca lo vi porque no era seguidor del programa en el 2007), según yo, Nick Mitchell, Jason Castro (ambos con interpretaciones que me provocaban náuseas) y miles de otros concursantes que nunca pasan a la fase siguiente, pero que insisten que sí tienen talento musical. Ésta es la categoría de concursantes que me han hecho pensar en el Síndrome American Idol.

Si has visto las audiciones de este programa te habrás dado cuenta de que muchos concursantes salen de las audiciones diciendo cosas como... "el jurado está equivocado, yo voy a demostrarle al mundo que sí puedo" o "ellos no saben lo que dicen, mi mamá me dice que canto muy bien".

¿Cuántas personas existen con éste síndrome? Hay muchos que piensan tener un talento para cantar cuando en realidad no lo tienen. Y con esto no quiero sonar negativo, pero es mi punto de vista, y tengo cómo comprobarlo. Muchos queridos hermanos en la Iglesia no han sido dotados con el talento del canto, pero insisten que sí lo tienen y provocan varios dolores de cabeza en los coros.

Existen aquellos que creen que son cómicos

Algunas personas tienen talentos innatos, y eso no se puede negar, de hecho es un principio que está respaldado por la Santa Biblia en 1 Corintios 12:29–31.

Queda claro que todos tenemos talentos, lo cual no quiere decir que uno puede tener el talento que desee en el momento que desee, sino que un talento se debe desarrollar poco a poco, con tesón, constancia y mucha práctica, después de lo cual, probablemente (entiéndase, no es seguramente) se puede adquirir ese talento, pero eso no viene de la noche a la mañana.

El dicho "querer es poder" es un mito. Una habilidad no se adquiere por ósmosis. El dicho debe ser replanteado de la siguiente forma: "querer y actuar es poder" porque por más que uno desee convertirse en el mejor cirujano del mundo, si uno no estudia, practica y gana experiencia, eso nunca sucederá. El presidente Monson dijo en la Conferencia General de octubre de 2007: "No basta tener el deseo de hacer un esfuerzo y decir que lo intentaremos, sino que en realidad debemos hacerlo. La forma de lograr nuestras metas está en el hacer y no sólo en el pensar".

Considero más sabio el hecho de descubrir cuáles son nuestros talentos y desarrollarlos en vez de empeñarnos en desarrollar uno que no poseamos de forma innata. Opino que así nos ahorraremos pasar tribulaciones, evitaremos frustraciones y tendremos una vida más próspera y productiva.

Cada vez que estés en algo que te resulte difícil, que otras personas te cuestionen, detente y piensa "¿acaso tengo el síndrome American Idol?" No quiero desanimar a nadie con mis ideas, sólo es mi opinión. Hallarán personas que te dirán "Si te lo propones, lo lograrás". Yo les digo "Si te propones a desarrollar ese talento que Dios te ha dado, lo lograrás en menos tiempo, con menos frustración, y de seguro lo lograrás".

Este video demuestra algunas personas con el síndrome American Idol: Haz clic aquí.

viernes, 12 de junio de 2009

Escaparate no es lo mismo en todos lados

Hace poco estuve analizando el término "escaparate", un mueble que se encuentra en todos los hogares venezolanos para guargar ropa y otros artículos. Esto sucedió luego de leer una traducción de un discurso del élder Robert D. Hales, el cual ofreció en la Conferencia General Anual número 179 (abril 2009).



En dicho discurso, el élder Hales cuenta que su esposa y él fueron a una tienda y vieron un vestido muy bonito y muy caro que estaba en un "escaparate" y que, después de que su esposa se lo probó en el vestidor, "la dependienta salió, pasó cerca de donde [él] estaba, y volvió a poner el vestido en el escaparate".


Después de leer esa frase, me vino a la mente: "¿Cómo carrizo vieron ese vestido si estaba guardado en un escaparate? Debe ser que el escaparate tenía la puerta abierta" Así que me dediqué a investigar. Primero, por supuesto, hice una búsqueda de imágenes en Google y me encontré con esto:

"¡¿Qué?! Se equivocaron en esa imagen, ésa es una vitrina, una vidriera o cualquier otra cosa, pero no un escaparate", me dije. Así que continué con mi búsqueda y para mi sorpresa la mayoría de las fotos eran muy parecidas. "Wikipedia debe tener la respuesta correcta".

Definición de Wikipedia: "Un escaparate, vitrina o vidriera es el espacio situado en la fachada de los establecimientos comerciales destinado a exhibir tras un cristal una muestra de los productos o servicios que se ofrecen en el interior. El escaparate contribuye tanto a la venta como a la buena imagen del establecimiento". Pero, un momentico, hay que agregar algo aquí: "En Venezuela y Cuba, este término significa armario".

Bueno, en esta ocasión, el Diccionario de la Real Academia Española estaba de mi lado y suspiré profundo al determinar que definitivamente no estaba loco. Una nueva búsqueda en Google con las palabras "escaparate venezuela", arrojó el siguiente resultado:

En Venezuela, hay mueblerías especializadas en escaparates, los anuncian por televisión, en mi casa había tres (mi mamá todavía conserva uno de ellos), y allí era donde encontraba los tesoros más interesantes en mis tiempos de ocio (álbums de fotos, artículos antiguos, cámaras fotográficas, dineron, perfumes, etc.). No me cabía en la cabeza que un escaparate fuera lo mismo que una vitrina.

La realidad es que en la mayoría de los países ese archiconocido mueble que los venezolanos conocemos como "escaparate" tiene otro nombre y lo que conocemos como "vitrina" es en otras partes "escaparate". De hecho, en algunos países como Argentina, la palabra no es muy conocida, según mi compañera Nery Muller.

El idioma español es una lengua muy rica, pero su riqueza ha hecho que muchos nos malentendamos o no nos entendamos del todo. Así que hace falta unificar para que no causemos confusión. Quizás en este caso yo hubiera optado por "área de exhibición", una perifrasis que evitaría mi trauma del "escaparate" y permitiría que los 100.000 venezolanos que leen la revista Liahona entendieran el mensaje.

Dejo claro que no es pecado mortal lo que se ha hecho en la revista, nadie va a ser condenado por pensar que el vestido de la hermana Hales fue confinado a un espacio cerrado lejos de la vista pública o a dar al "área de exhibición". Al final de cuentas estamos aprendiendo las diferentes perspectivas de la gente de diferentes países, y creo que de vez en cuando es sano poner algunos de esos términos para que haya un intercambio y así enriquecer nuestra cultura. Si no fuera así, ¿cómo hubiera aprendido qué era un pomelo en otros países? Fue precisamente en una revista Liahona que lo aprendí.

Bueno, habiendo dicho esto me despido hasta la próxima, esperando que el artículo les resulte informativo, mas no reprensivo, impositivo ni demandante.

El Rincón Reticular. El nuevo intento del antiguo deseo de escribir.